En el cruce entre la literatura, la archivística y la docencia, la labor de Viviana Pinochet se convierte en un faro para la preservación del patrimonio cultural chileno, especialmente en el ámbito de las artes escénicas.
Con una sólida formación, la trayectoria de Viviana Pinochet Cobos se caracteriza por su profundo compromiso con la salvaguarda de la memoria colectiva. Doctora en Literatura de la Universidad de Rutgers en New Jersey, su pasión por las letras la condujo a explorar las intersecciones entre el arte escrito y las manifestaciones escénicas, revelando un campo de estudio rico y significativo que merecía ser preservado y difundido.
“Archivamos para todos y todas. Los archivos no son solo un repositorio donde fijar una memoria, sino que es una fuente de inspiración a la que se puede ir revisitando constantemente para crear”, dice. En ese sentido, agrega: “los archivos no son sólo para la historia y para los estudios, sino que son para la creación, para los artistas, para los estudiantes y obvio que también para los investigadores”.
Como archivera incansable, Viviana se ha dedicado en los últimos años a rescatar y catalogar archivos relacionados con el teatro chileno, desde los documentos personales de reconocidos dramaturgos hasta colecciones de críticas teatrales.
«Los archivos resguardan nuestra memoria y nuestra identidad en distintos momentos», explica la académica. «Pero en el caso de las artes escénicas, esta labor adquiere una relevancia aún mayor debido a la naturaleza efímera del teatro y su resistencia a ser documentado. Sin embargo, existe una rica producción documental en el proceso creativo, que nos permite explorar diversas facetas de la producción teatral».
Su trayectoria académica y profesional la ha llevado a explorar los archivos de dos genios de la dramaturgia nacional: Sergio Vodanovic y Jorge Díaz. «Trabajar con el archivo de Sergio Vodanovic fue crucial para mí», comparte. «Admiro mucho su obra, y este proyecto no solo me permitió profundizar en su trabajo, sino que también marcó un cambio significativo en mi enfoque de investigación».
Actualmente lidera el proyecto «Hans Ehrmann: cinco décadas de crítica teatral» que busca digitalizar y poner a disposición del público la vasta colección de críticas teatrales de Ehrmann, contribuyendo así a enriquecer el conocimiento y apreciación del teatro chileno.
Sin embargo, destaca el papel crucial que juegan los propios artistas en la preservación de su legado. Ejemplo de ello es la meticulosidad con la que algunos creadores, como Isidora Aguirre, han conservado su obra. «Muchos artistas tienen una conciencia archivística innata», explica. «Aman tanto su trabajo que lo cuidan con esmero, y eso se refleja en la forma en que mantienen sus archivos personales», dice.
Viviana ilustra que el proceso de organización de un archivo es como descifrar un esqueleto, destacando la importancia de respetar el orden original y la lógica interna de cada conjunto documental. «Tratamos de revelar todas las funciones sociales y creativas de la persona detrás del archivo, mostrando su diversidad y complejidad», explica. En cuanto a la digitalización de documentos, enfatiza la importancia de adaptar el proceso a las características específicas de cada conjunto documental y a los recursos disponibles. «La digitalización depende del presupuesto y de la materialidad de los documentos», explica. «Es crucial asegurarse de no dañar los documentos durante este proceso».
Como académica de la Universidad Finis Terrae, en sus clases y talleres, no solo transmite los fundamentos teóricos de la archivística y la literatura, sino que también fomenta una conciencia crítica sobre la importancia de preservar y valorar el patrimonio cultural, instándolos a convertirse en guardianes activos de la memoria colectiva. «Siempre les digo que es más fácil guardar los documentos ordenados, y que cuando sean famosos, después los van a tener listos para tener un archivo. Y se ríen. Y espero que algún día se acuerden de mí».
A pesar de los desafíos financieros y logísticos que enfrenta el campo de la archivística, la académica mantiene una firme convicción en el valor y la importancia del resguardo documental: «Los archivos son testimonios vivos de nuestra historia y nuestra cultura», afirma. «Es fundamental seguir promoviendo la conciencia sobre su importancia y buscando formas de apoyar su preservación».
Sin duda, la incansable labor de Viviana Pinochet Cobos aporta en este camino, no solo honrando el legado de las generaciones pasadas, sino también sentando las bases para un futuro en el que la memoria colectiva siga siendo valorada y protegida.
Los archivos no son solo un repositorio donde fijar una memoria, sino que es una fuente de inspiración a la que se puede ir revisitando constantemente para crear.