En esta obra se teje la fibra óptica con el telar y herramientas del tejido andino. Los colores que circulan por la misma, son como las listas de colores de los tejidos andinos, los mismos que siguen siendo transmisores de información del origen de sus portadores. Recordándonos que la luz y el color son los mejores y más veloces transmisores de información. La luz colorea la fibra óptica, como los tintes lo hacen con las fibras naturales.
Es un tejido que depende de la noche. Sólo en la oscuridad las obras adquieren su verdadera dimensión. Una instalación textil interactiva, donde la fibra óptica se tejió con el telar y las herramientas del tejido andino. La luz tiñe la fibra óptica, como los tintes hacen con las fibras naturales. Los colores que circulan por ella son como las listas de colores de los tejidos andinos, donde la distribución de los colores transmite información sobre el origen de sus portadores. Este tejido es reprogramable y reacciona al sensor ultrasónico de proximidad a la presencia, enviando diferentes códigos de color correspondientes a la identidad de los awayos (tejidos tradicionales hechos a mano) de diferentes zonas de Bolivia. Recordándonos que la luz y el color son los mejores y más rápidos transmisores de información.
Fuente: Sandra de Berduccy.