En el marco de la conmemoración de los 100 años de la muerte de Giacomo Puccini, el Teatro Municipal de Santiago presentó la ópera «Tosca», producción dirigida por Francisco Krebs, quien ofreció una experiencia inmersiva que destacó por su realismo estético y cuidadoso diseño de escenografía e iluminación.
La puesta en escena de Krebs trasladó a los espectadores al 1800, en plena Roma monárquica y bajo la sombra de los ejércitos napoleónicos, con una representación visual que evocó la arquitectura y el arte de la época. El primer acto, ambientado en la Basílica de Sant’Andrea della Valle, fue recreado con minucioso detalle, incluyendo réplicas de la Piedad de Miguel Ángel y la Crucifixión de San Andrés de Mattia Preti, logrando una atmósfera que conectó directamente con el contexto histórico de la obra.
Las interpretaciones vocales de la soprano Oksana Sekerina, el tenor Tadeusz Szlenkier y el barítono Anthony Clark Evans, bajo la dirección escénica de Krebs, destacaron por la profundidad actoral con que abordaron los complejos personajes de la obra. El crítico Enrique Morales Lastra señaló: “los movimientos escénicos de los cantantes instruidos por Krebs se complementan en una conceptualización dramática de la obra lírica, y demandaron un gran esfuerzo interpretativo para los integrantes del elenco, quienes antes que cantantes, fueron notables actores en esta oportunidad”.
Tosca narra la apasionada y tormentosa historia de amor entre la cantante Floria Tosca y el pintor Mario Cavaradossi, envueltos en una trama de intriga política y deseo, mientras luchan por sobrevivir bajo la amenaza del siniestro jefe de policía, Scarpia.