La Dirección de Creación Artística de la Universidad Finis Terrae dio a conocer los resultados del Fondo de Creación Artística Estudiantil 2025, destinado a integrar los procesos formativos y creativos de los estudiantes en distintas modalidades y disciplinas. En esta segunda versión, el fondo adjudicó financiamiento a tres iniciativas lideradas por estudiantes de pregrado de las Escuelas de Teatro y de Arquitectura.
Los proyectos seleccionados corresponden a Paula Rodríguez Carrasco, Maximiliano Barcazó Romero y Renata Zamora Sánchez, de la Escuela de Teatro, y a María Sandoval Fuenzalida, de la Escuela de Arquitectura.
La directora de la Dirección de Creación Artística, Anita Sanhueza, destacó que uno de los propósitos de esta unidad es “fortalecer la articulación con los estudiantes de pre y posgrado, incentivándolos a participar de procesos creativos propios o en colaboración con académicos y artistas de la universidad”.
Cuando la escena se cruza con la salud
Entre el teatro y la salud pública, el proyecto Mesa Servida propone una historia contemporánea donde la apatía juvenil, la amistad, la soledad y el rol de los Técnicos en Enfermería de Nivel Superior (TENS) se entrelazan en una trama que mira lo cotidiano con ironía y sensibilidad. Escrita por Paula Rodríguez, la obra busca indagar cómo las relaciones humanas se ven afectadas por el ritmo y las tensiones del sistema sanitario.
“Considero que uno de los elementos más interesantes del proyecto es la exploración del teatro de sombras y el diseño lumínico como lenguaje escénico”, explicó Paula. La propuesta escenográfica se articula con un trabajo de coreografía y composición que busca ampliar las posibilidades expresivas del cuerpo en escena, generando un diálogo entre el gesto, la luz y la emocionalidad de los personajes.
Durante los seis meses de desarrollo, el equipo realizará audiciones, diseño de vestuario y registro audiovisual del proceso, con el propósito de documentar cada etapa de la creación. “Queríamos registrar el proceso completo: los descubrimientos, los errores, las decisiones que transforman el trabajo en una experiencia profesional”, comentó la estudiante.
La proyección contempla exhibiciones en Santiago y en Copiapó, territorio de origen de algunos estudiantes. “Limitar la obra solo a la capital sería contradictorio. Queremos dialogar con distintos públicos y generar nuevas lecturas de la puesta en escena”, agregó.En la producción participan Valentina Martínez, Michelle Acuña, Francisca Bruhn y Valentina Valdés (Teatro), Victoria González (Arquitectura) y Martín Rivara (Enfermería), bajo la tutoría de la académica Viviana Pinochet Cobos, de la Facultad de Artes.


Archivar también es crear
“La creación no termina con el estreno”, esa idea dio origen a BALA: difusión, archivo y registro de un proceso escénico interdisciplinario, liderado por Maximiliano Barcazó, estudiante de la Escuela de Teatro. La propuesta da continuidad a la obra BALA, un montaje que aborda la vejez, el amor y la muerte desde un lenguaje físico y expresionista, a través de una reflexión sobre la memoria y la documentación como parte esencial de la práctica artística.
“La motivación fue entender que un montaje no puede quedarse solo en su resultado escénico; necesita materiales y memoria para proyectarse en el tiempo”, señaló Maximiliano. El trabajo reunirá a estudiantes de Teatro y Periodismo para crear un archivo digital que combine fotografía, registro audiovisual, entrevistas y diseño gráfico, en una búsqueda que integre lo escénico con lo comunicacional.
“La fotografía y el diseño se articularon directamente con la investigación periodística, generando coherencia entre forma y contenido. En BALA, los registros visuales no son accesorios, sino parte de la misma búsqueda estética”, explicó el autor.
El proyecto busca que esta memoria visual y escrita funcione como herramienta pedagógica y de investigación para futuras generaciones. “Recopilar metodologías, reflexiones y diálogos se vuelve un insumo valioso. Permite revisitar los procesos y dejar un material disponible para otras comunidades”, sostuvo el estudiante de artes escénicas.
Participan Melanie Siboney de la Escuela de Periodismo y la académica de la facultad de Artes Mariel Castro, quienes acompañarán la ejecución de este archivo interdisciplinario que convierte el registro en una extensión del acto creativo.


El duelo como materia viva
Tomar elementos del realismo y del realismo fantástico para presentar el duelo fue el punto de partida de Renata Zamora en Memorias de un enamorado con la cabeza perdida. La historia transforma un hogar en escenario de pérdida y reflexión, donde el amor se prolonga en la memoria de quien no logra dejar ir al otro.
“El duelo me parece un tema poco explorado en el teatro actual. Quise mostrar cómo la muerte altera la rutina y la mente, y cómo los fantasmas pueden volverse compañía”, explicó Zamora. En su propuesta, lo cotidiano se convierte en metáfora: la muerte, el amor y la memoria conviven en un mismo espacio donde el tiempo parece detenido.
La puesta en escena combinará realismo y fragmentación narrativa para construir una atmósfera íntima, capaz de conectar con públicos no habituales del teatro. “Es una obra que busca provocar reconocimiento. Que el espectador se vea reflejado en la historia y piense en sus propias pérdidas”, comentó la estudiante.
Con la tutoría de la Soledad Henríquez, académica de la Facultad de Artes, y la colaboración de Aura del Sol Encina (Teatro) y Simón Rojas (Derecho), la obra se estrenará en el Teatro Finis Terrae y proyecta presentaciones en festivales universitarios y comunales, así como funciones en colegios, con el fin de acercar la experiencia teatral a nuevas audiencias.


Un refugio en medio del campus
Desde la Escuela de Arquitectura, María Sandoval desarrollará Estímulo cero: un espacio para el autocuidado, una instalación sensorial que invita a detenerse en medio del ritmo universitario. La propuesta surgió de una observación simple: existen espacios para pedir ayuda, pero pocos para simplemente respirar.
“El propósito fue generar un lugar donde las personas pudieran estar consigo mismas, sin necesidad de hablar ni explicar lo que sienten”, señaló Sandoval. La instalación combinará proyecciones, sonidos y materialidades suaves para construir una experiencia inmersiva y reparadora, pensada como refugio ante la ansiedad y el estrés académico.
El equipo trabaja en el diseño del espacio, su materialidad y su despliegue técnico. “Buscamos que el espacio no llame la atención desde fuera, pero que al ingresar, el visitante sienta una transformación. Que el entorno se vuelva otro lugar dentro del mismo lugar”, explicó la autora.
La pieza se estrenará en la Casa Central de la Universidad Finis Terrae y luego se trasladará a la Universidad de Santiago (USACH), permitiendo que el trabajo dialogue con distintos contextos arquitectónicos y comunidades universitarias.Participan Vicente Silva, Paula Maldonado y Luis Retamal (Arquitectura), junto a Francisca Paz y Vicente Reyes (Psicología), bajo la tutoría del profesor y artista visual Sebastián Maze, de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Publicidad.
La Dirección de Creación Artística de la Universidad Finis Terrae dio a conocer los resultados del Fondo de Creación Artística Estudiantil 2025, una convocatoria que busca integrar los procesos formativos y creativos de los estudiantes desde distintas disciplinas. En esta segunda versión, fueron seleccionadas cuatro iniciativas impulsadas por jóvenes de las Escuelas de Teatro y Arquitectura, quienes desarrollarán obras y experiencias que combinan arte, reflexión y comunidad.

