Ubicada sobre el andén de la Línea 5 en la Estación Santa Ana, El Puente de Osvaldo Peña es una escultura de 15 metros que destaca por su atmósfera solitaria y su simbolismo urbano. En medio de la penumbra, una figura humana parece avanzar en equilibrio sobre una viga metálica fragmentada en el centro, desafiando la estabilidad y evocando la perseverancia humana frente a los obstáculos.
Con su iluminación focalizada, la obra cobra un carácter casi heroico. La figura del caminante invita a los pasajeros a detenerse y contemplar, convirtiendo un espacio de tránsito diario en una oportunidad de reflexión. El Puente reconfigura la estación como un escenario para la metáfora de la resistencia y el avance personal, recordándonos la conexión entre el arte y la vida urbana.
Osvaldo Peña logra así transformar un espacio subterráneo en un sitio cargado de significado, donde el hombre, aunque solitario, encuentra un camino que lo conduce a nuevas perspectivas.